Existen 3 tipos: A (responsable de las epidemias estacionales y las pandemias), B (causante de epidemias estacionales) y C (con escasa relevancia clínica).Los huéspedes habituales son las aves, los seres humanos y los cerdos.Estos virus se caracterizan por la presencia de glicoproteínas de envoltura denominadas hemaglutininas (H) y neuraminidasas (N). Existen 16 tipos de hemaglutininas y 9 de neuraminidasas. De las diferentes combinaciones surgen los distintos subtipos de virus A (H1N1, H3N2, etc.) El tipo B no tiene subtipos.
El virus de la Influenza muta por dos caminos: el drift y el shift.
El drift consiste en una mutación del genoma RNA viral cambios en la estructura proteica y nuevos epítopes antigénicos de la hemaglutinina. Estas mutaciones son responsables de las epidemias anuales de Influenza estacional.
El shift consiste en la aparición de un nuevo subtipo de virus A para el cual no existe respuesta inmunológica. Este mecanismo es responsable de las pandemias. Las mutaciones suelen producirse por un proceso de “reassortment” (reasociación) que se produce al combinarse dos o más virus diferentes. Este fenómeno puede darse en animales como el cerdo, quien por poseer receptores para virus aviares y humanos permite la coinfección y la combinación de ambos virus.
¿QUÉ ES LA INFLUENZA A H1N1?
Se trata de un nuevo virus de Influenza capaz de producir la enfermedad en el ser humano, originado en el cerdo por el intercambio genético entre los virus porcinos, aviarios y humanos.
Los estudios de los primeros casos mostraron que varios de los genes de este virus eran similares a los de un virus que habitualmente infecta a los cerdos en EE UU. Estudios posteriores mostraron que en realidad posee genes de virus porcinos, aviarios y humanos.
El virus de la Influenza es un virus RNA perteneciente a la familia Orthomyxoviridae.
MECANISMO DE TRANSMISIÓN
Se transmite a través de la vía respiratoria por partículas distribuidas por el aire luego del estornudo o la tos, pero también por contacto con las mismas partículas que quedan en las manos y las superficies de los objetos.
El virus no se contagia por comer carne porcina o sus derivados. Es seguro el
consumo de estos productos si los mismos se han procesado y cocinado correctamente.
La transmisión del virus se produce por vía aérea o por contacto.
El período de incubación es de 1 a 4 días. El cuadro clínico habitual consiste en fiebre, escalofríos, cefalea, mialgias, congestión nasal y odinofagia. Este cuadro persiste por siete días, durante el cual se mantiene la excreción viral. La misma puede ser más prolongada en los niños e inmunosuprimidos (10 días). El cuadro mejora espontáneamente sin secuela.
En pacientes mayores de 65 o menores de 5 años y en aquellos otros que independientemente de la edad presenten comorbilidades tales como enfermedades cardiopulmonares crónicas, diabetes, insuficiencia renal o inmunosupresión, la Influenza puede complicarse con cuadros de neumonía viral o bacteriana (habitualmente S. aureus o S. pneumoniae). En estos casos la mortalidad es del 50%. En los pacientes con enfemedad previa (asma o EPOC) aumenta la frecuencia de exacerbaciones y es una causa habitual de internación en épocas de epidemia.